14 de septiembre de 2010

Reflexiones sobre el evento de Literatura Pluralista: LA POESIA NO TIENE SEXO

El sábado 04 de septiembre se realizó con accidental belleza musical y exaltado diálogo el I Encuentro Literario Pluralista Nacional "La Poesía no tiene sexo", con invitad@s de Trujillo, Lima, Chiclayo, Piura y Cajamarca. Miguel Ildefonso, Henry Córdoba y César Olivares hicieron su aparición para hablar sobre las agitadas vidas de Arthur Rimbaud y Sylvia Plath. Miguel confesó que no había leído mucho de Arthur, pero sí lo suficiente para establecer un juicio sobre su vida y obra: un transgresor y visionario. Nos habló de Sylvia Plath, de quien era más asiduo, nos habló de su relación tormentosa con Ted Hugues, la familia que formó con él, pues fue "elegida de entre todas las mujeres... no había nadie más inteligente, bella, talentosa que Sylvia", afirma Miguel. Plath se vio obligada a suicidarse después de concebir dos hijos con Ted, de este modo terminó por sellar su existencia y lo más importante, su legado histórico a través de poemas inmortales como "Lady Lazarus". Herr dios, herr lucifer, cuidado, cuidado, que aquí vienen los poetas, dispuestos a danzar, una melodía exenta de abominables credos.




Henry nos hizo recordar la relación homosexual entre Arthur y Verlaine, éste último un gran aeda de su tiempo y aún del nuestro, quien cayó perdidamente enamorado de Rimbaud y se valió de su juventud e ímpetu para escribir sus obras. "Quién más transgresor y visionario que Rimbaud, que nos hizo ver la vida a través de la belleza, quién más genio que él, para quien revolución era mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos", clamó Henry con pasión y admiración.






Era el turno de César Olivares, reconocido aeda de esta parte del globo, quien con probada habilidad para disertar con humor y solemnidad, combinación nada fácil en estos trajines literarios, nos recordó las hazañas de nuestro querido Rimbaud, cuando miccionó sobre la poesía dogmática e inútil de su tiempo. Olvidó mencionar que dijo literalmente "It's shit, it's authentic shit" o en el idioma original "C'est merde" (es auténtica mierda!); jamás olvidaremos tan inefable expresión que nos recuerda todavía, hay demasiado sobre qué orinarse.


Era el turno de Javier y Paul. Paul nos enseñó un poco de humildad, y con un carisma nato para envolver al público, sentó las bases para hacer poesía social: "ser varón y ser poeta en el Perú es un compromiso con los excluidos, no basta con publicar poemarios, es necesario rebelarse contra las autoridades corruptas, la injusticia social, el hambre, la falta de educación en sectores alejados. Así, nuestro compromiso como poetas va más allá de una cuestión de género", puntualizó.




Nuestro querido amigo Javier Vilchez hizo gala de su personalidad franca y sin maquillajes, nos recordó la barbarie que sufrimos las mujeres en siglos anteriores al sernos prohibido el conocimiento, la heróica Juana Inés de la Cruz, quien se encerró en un claustro para poder versar. Esto me trae a la memoria una frase que quedará para la historia: las mujeres, siendo violadas por su religión, no pudieron liberarse del yugo patriarcal. No recuerdo quién lo dijo exactamente, me inclino por decir que fue Paul Mendoza; quedé complacida de oír tanta verdad en un solo día.




Y llegó lo más esperado de la mañana: las féminas alzando la bandera de la libertad y equidad. Inició Rosakevia Estela, joven chiclayana de 20 años apenas, con estudios de Biología a cuestas, quien le dio un matiz nuevo y científico al debate de género: las mujeres y los hombres tienen distinta estructura cromosómica, para empezar, dijo con naturalidad y frescura. Prosiguió explicando su punto de vista, que somos hijas de nuestro tiempo, pero a la vez no lo somos, porque no aceptamos las normas establecidas, de ser musas y no quien escribe sobre ellas, de ser imágenes castradas creadas para el goce masculino. Muy lúcida y madura su disertación, la cual estuvo acompañada de sonrisas carismáticas.







Le tocó el turno a Maty Granados, quien con esa soltura que la caracteriza, gritó a los cuatro vientos que hombres y mujeres éramos iguales pero diferentes, que ninguno de los géneros era mejor que el otro, es decir, no había subordinación ni superioridad. Cabe anotar que Maty fue una diabla azul muy comprometida con el evento, y nos apoyó con garra y decisión.







Erika Aquino nos hizo recordar por qué las chicas aún no nos liberamos del todo del yugo patriarcal, con ese estilo suyo musical, dijo: qué necesita una mujer para ser independiente, para emanciparse completamente, y Virginia Woolf nos respondió hace un siglo, para que una mujer pueda ser independiente, necesita una habitación propia. Fue memorable. 




Finalizó Danitza Crosby, entrañable amiga y colega, quien puso sobre la mesa el tema de fondo: aún se excluye a las chicas de los eventos literarios, aún hay un machismo irracional y misoginia injustificada, contó su experiencia personal de cómo hace unos años la discriminaron en su grupo de teatro por ser del género femenino. Arguyó que había tenido que sacrificarse el doble y alzar su voz para gozar de los mismos privilegios que los colegas varones. 










Así terminó la mañana del sábado 04 de septiembre de 2010, los diablos, los poetas, patrocinadores y amigos nos fuimos a reponer calorías en un restaurante cerca del complejo Mansiche (donde se labran imperiales nostalgias del crepúsculo). Se discutieron temas de profundidad metafísica, sobre todo con la acotación de Henry a propósito de mi relato de cómo había culminado el último capítulo de la famosa serie anime Supercampeones: Todo era un sueño, Oliver yacía inválido en el hospital mientras imaginaba que era una estrella de fútbol. Y, ¿quién contó el final de Candy, la popular serie anime para niñas?: Javier.








-Ya todo está dicho en el debate sobre género: Karina contó el final de Supercampeones y Javier el final de Candy. ¿Para qué más?



Todos soltamos carcajadas inminentes y así terminó el almuerzo.



Por la tarde nos encontramos con Carolina Fernández, maestra de Literatura de la San Marcos de Lima, quien nos acompañó hasta el recital de la noche en el Instituto Nacional de Cultura.

Lukas Vigo, Victoria Larco, Carolina Fernández, Mario Morquencho, Juan Soto y David Novoa se aunaron a los poetas antes mencionados y nos deleitaron con su magia lírica.










El grupo escape hizo su aparición, Pepe Murga y Oscar Alfaro nos versaron a la cara que en Trujillo hay talento y de sobra. Perú salvaje hizo su aparición junto al inefale David "el loco" Novoa, quien recitó versos propios y de su entrañable amigo Beto Ortiz, a quien tildó de genio (no estoy deacuerdo David). Y la noche nos enrumbó hacia algún jardín mágico lleno de suaves melodías, estridentes aullidos de rebeldía y Poesía.










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